La escritora Agurtzane Estrada (Barakaldo, 1962) presentó hace unas semanas en el Centro Cultural de Cruces su último trabajo, ‘Ecos de Realidad’, un libro en el que descarga un gran peso emocional. Se trata de su cuarta publicación, si bien admite que le gustaría escribir más. No obstante, su labor en la propia editorial (Agalir) que creó junto a un amigo y los proyectos sociales que lleva a cabo no le dejan todo el tiempo que quisiera.
¿Qué se encontrará el lector en ‘Ecos de Realidad’?
Escribir para mí es liberador, descargo mucho peso emocional de todo aquello que me hace sentir intensamente diferentes sensaciones, y eso es lo que el lector va a encontrar. También pensamientos e incluso pequeñas historias en las que las emociones son protagonistas en verso, prosa poética o micro-relatos que no atienden a más normas que a las de transmitir un sentimiento.
¿Qué has querido transmitir con este libro?
Lo importante que cada uno de nosotros somos. No nos damos cuenta el poder y la responsabilidad que tenemos. Somos un cóctel de todas las generaciones que nos han precedido y parte de las personas con quienes nos relacionamos e influyen en nosotros de uno u otro modo. A la vez, cada uno de nosotros somos portadores de todo eso. No nos damos cuenta de que somos pequeños dioses (o demonios) y que tenemos el poder de cambiar la vida de los de nuestro alrededor.
¿Dónde encuentras tu mayor inspiración para escribir?
En la vida misma: en la gente y en la naturaleza. La vida es agridulce y muchas veces no sabemos cómo enfrentar ciertas situaciones, especialmente las más difíciles y las sensaciones de impotencia, tristeza, injusticia, traición o desamor nos desbordan, y sabemos qué hay que hacer, pero no cómo hacerlo. Pero si observamos un poco la naturaleza, te das cuenta de que en ella están todas las respuestas. Al final lo que hago es un poco filosofar sobre lo que siento, y eso es algo innato, soy muy sensible emocionalmente, esa sensibilidad es realmente la que me inspira.
¿Qué crees que aporta la literatura a nivel personal?
Para mí es una necesidad vital. Es mi modo de destensar estados que me sobrepasan. Escribo todo lo que siento en ese momento, lo descargo en un papel, amortiguo esa cantidad de emociones que te aprisionan y comienzo a respirar y volver a la realidad total. Para mí es terapéutico y, a día de hoy, todos los psicólogos lo recomiendan. Pero además, al menos en mi caso, que escribo visceralmente y me hago muchas preguntas, me vale para conocerme más, para autoafianzarme a la vez de poder darme cuenta de equivocaciones. Descargas, relajas y aprendes. Y es gratificante cuando alguien te dice que le has ayudado.
¿Es la literatura un mundo en el que cuesta abrirse hueco?
Sí, mucho. En la literatura, en la música, en la pintura... Es muy complicado. A día de hoy cualquiera puede autoeditarse con muy poca inversión, la tecnología ha facilitado mucho esto. Y como en otros muchos ámbitos la tarta está repartida. Si tienes amigos tienes más posibilidades. Hace falta poder llegar a la gente y para eso hace falta mucha publicidad, o sea, mucho dinero. Además estamos muy mal educados, leemos, escuchamos música o vemos cuadros que nos meten por los ojos: los consagrados, los de moda, los que nos dicen que son buenos... No nos educan a ser críticos, a leer, escuchar o ver lo que nos guste, a investigar entre no famosos y hacer nuestros propios descubrimientos.
¿Están el Ebook y los audiolibros provocando una bajada en la venta de libros de papel?
Los Ebook aparecieron como una revolución pero se han quedado un poco como otro modo de almacenamiento, de hecho parece que la venta de libros digitales ha bajado. Entre los más jóvenes sí se usan mucho. Pero entre la gente que ya tenemos unos añitos, el libro en papel sigue siendo el preferido, porque gusta verlo, tocarlo y olerlo. Tiene muchos matices y te aporta sensaciones que se añaden a lo escrito. En cuanto al audiolibro sí me parece interesante, sobre todo por las personas que, por problemas de visión o diferentes situaciones, no pueden leerlo. Es una solución. De hecho ‘Ecos de Realidad’ es también audiolibro. Hay mucho audiolibro robotizado y eso no me gusta, pero un audiolibro bien editado es prácticamente una radionovela y sí, puede facilitar que mucha gente tenga acceso al texto.
¿Tienes ya pensado algo sobre tu próximo trabajo?
Llevo tiempo intentando centrarme en una especie de novela muy especial para mí y me gustaría sacar tiempo este año para darla forma. Sintetizar en pocas estrofas es lo mío pero los textos largos se me complican un poco, pero es el proyecto al que quiero dedicar este año si las circunstancias me lo permiten, sin prisas porque quiero que el resultado sea el que la historia merece.