Barakaldo propone la actualización con carácter general del 1,1% en impuestos, tasas y precios públicos, por debajo del IPC
El equipo de gobierno de Barakaldo ha trasladado esta mañana a los grupos políticos de la oposición su propuesta de modificación de las ordenanzas fiscales para 2019, que regulan los Impuestos, Tasas y Precios Públicos que recauda el Ayuntamiento; una propuesta en la que apuestan por una actualización del 1,1%, por debajo del IPC situado en el 2,2%. Después de dos años de congelación y un año de incremento ajustado al IPC, el equipo de gobierno hace una propuesta similar a la que están aplicando en los Ayuntamientos de la zona.
La propuesta de la Ordenanza de Impuestos, Tasas y Precios Públicos realizada por el equipo de gobierno de Amaia del Campo tiene dos pilares esenciales, la creación de empleo y el impulso de la actividad económica en la ciudad. “Barakaldo ha realizado un esfuerzo muy importante conteniendo el gasto para que las y los vecinos no tuvieran que realizar un mayor esfuerzo económico. El pasado año, tras dos años de congelación, mientras que las cargas y los costes de los servicios se han ido incrementando para el Ayuntamiento, fue necesario hacer una actualización ajustada al IPC, pero gracias al gasto riguroso que hemos desarrollado en estos tres años, el próximo curso podremos quedarnos por debajo del IPC, con una actualización del 1,1% para poder continuar prestando servicios de calidad a la ciudadanía”, ha explicado Amaia del Campo, alcaldesa de Barakaldo, acompañada por Danel Sola, concejal de Hacienda.
Sin embargo, aunque la actualización es con carácter general para el conjunto de tributos, sí habrá unos valores en los que se experimentarían descensos y nuevas bonificaciones. Se trata, por ejemplo, del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que abona el comercio y empresa urbana, así como la pequeña industria, que experimentarán una reducción del 21% en el recibo de 2019.
La propuesta de este año incorporará cambios en la tasa de basuras que se aplica al comercio, la hostelería, autónomos y pequeñas empresas. Se ha propuesto un reparto más justo de la carga fiscal en este capítulo. En el uso comercial se distinguiría entre comercios de tipo oficina, despacho, academias, etc. que tributarían a un tipo de gravamen más ajustado, de igual manera que los locales comerciales de menos de 70m2, a todos ellos se les reducirá un 15%. Por ejemplo, un comercio que abonaba 67 euros al trimestre pagaría casi 10 euros menos por recibo.
De igual manera la hostelería, contando los bares, cafeterías y restaurantes, con locales hasta 70m2, vería también como se reduce un 15% su recibo de basuras. Por ejemplo, una cafetería que abonaba 134 euros al trimestre en 2018, con la nueva propuesta vería como su recibo trimestral se reduce casi 20 euros por recibo, un criterio que también se aplicaría a pequeños talleres y locales de uso industria hasta 70m2. El resto de recibos se actualizaría con la subida general un 1,1%, lo que en términos prácticos para el recibo de una vivienda vendría a suponer tan solo 21 céntimos más al trimestre.