El Festival Open House Bilbao volverá a Barakaldo en su tercera edición
Tras el éxito de la pasada edición en la que se volvieron a superar las 35.000 visitas
Avanzando por la Ría y tras la gran acogida de la pasada edición, Barakaldo se consolida en el festival permitiendo conocer el pasado industrial y comprender la reconversión urbana de las últimas décadas.
Barakaldo desvela la historia de la industrialización de la Ría a través de los edificios de los Altos Hornos y los cargaderos, su pasado agrícola y ganadero gracias a sus torres-caserío, la nueva arquitectura en las orillas de la Ría en la zona de Galindo o las impresionantes vistas desde la torre de uno de los mayores centros de congresos del estado.
Barakaldo, al igual que Bilbao, se ha reinventado recuperando antiguos terrenos industriales en favor de nuevos espacios para la ciudadanía. Este desarrollo hacia una ciudad del sector terciario se evidencia en su forma urbana y arquitectura.
Barakaldo abrirá en torno a 12 edificios esta edición. Una de las novedades a destacar es la incorporación del Palacio Munoa.
El proyecto original del Palacio Munoa (Desconocido, 1860 | R. Bastida 1916) data de
1860. Era un edificio ecléctico que se corresponde con el cuerpo central del palacio actual.
La verdadera transformación de la edificación vino cuando Rafael Echevarría Azcarate, destacado miembro de la burguesía industrial bilbaína, adquirió la propiedad.
En 1916 Rafael, encarga una reforma del edificio a Ricardo Bastida. El proyecto consistía en convertir el caserón en un palacio de estilo francés. Para ello le añadió elementos característicos del Beaux-Arts, torres laterales, mansardas en los tejados, lujosas vidrieras, pilastras almohadilladas, escalera imperial de acceso y capilla de estilo medieval. Además se encargó del diseño interior, que también siguió el lujoso estilo del II Imperio. De las estancias interiores destacan el salón del órgano, los salones laterales, el comedor, la capilla o las habitaciones del primer piso.