Presentado el futuro puente para bicis y peatones que unirá Barakaldo con Erandio
Recientemente ha sido presentado el diseño del puente para ciclistas y peatones que unirá Erandio y Barakaldo, facilitando el uso de la bicicleta en los desplazamientos diarios en el entorno metropolitano, un proyecto que el diputado general, Unai Rementeria, considera que supone otro impulso a la transición en la movilidad en la que está inmersa Bizkaia.
En el lado de Barakaldo, el puente aterriza en la zona de esparcimiento junto a la ría. En este sentido, Rementeria se felicita porque “volvemos a vivir de cara a la ría, a la gran avenida de Biz-kaia” y porque “este puente va a unir todavía más Ezkerraldea y Eskuinaldea y va a unir todavía más a Bizkaia”.
El diseñador del puente, Mike Schlaich, lo describe como una estructura esbelta, ligera, bien integrada en el entorno, con poco impacto visual y eficiente, por su optimización de materiales y peso. Para salvar los 240 metros de cauce, despliega un tablero de 470 metros de longitud con un trazado en curva. De este modo, suaviza las pendientes desde ambas márgenes para facilitar su uso en bicicleta y, a la vez, alcanzar la altura necesaria para permitir el paso de embarcaciones de hasta 6,5 metros de gálibo en pleamar. Para embarcaciones de mayores dimensiones, el puente se abrirá con dos mecanismos giratorios, ofreciendo un canal de navegación de 50 metros de anchura. La altura del puente sobre el nivel de la carretera de la ría es de seis metros.
La sección del puente será de seis metros, lo que permite delimitar un espacio para que las bicicletas circulen con seguridad, segregando el uso ciclista y peatonal.
Otro de los aspectos destacados por el ingeniero es la resolución de los aterrizajes, ya que en ambas márgenes el puente deja libre el frente de la ría para su uso peatonal. Así mismo, se ha logrado un adecuado encaje urbanístico, especialmente en Erandio, donde hay una menor disponibilidad de espacio. En este municipio, la huella del puente en la plaza del embarcadero será de 900 metros cuadrados. Para compensar esa pérdida de espacio público, la Diputación va a generar un nuevo espacio de 1.300 metros cuadrados mediante voladizos sobre la ría.
No menos importante es que en el diseño también se ha puesto especial atención a la seguridad de las personas que lo utilizan, ya que evita los puntos negros; desde cualquier punto del puente una persona puede ver y ser vista y tener en todo momento visión de hacia dónde se dirige.
En la presentación del puente, la alcaldesa de Barakaldo, Amaia del Campo, se mostró ilusionada con este proyecto, que refuerza “la segunda gran transformación social y urbana de Barakaldo, centrada en las personas y con los barrios como grandes protagonistas”, recordando que la zona donde se asentará el puente acogerá “un gran parque urbano, con playa verde, zonas deportivas y espacios de ocio familiar”.
La previsión es licitar las obras tras el verano, para iniciar la construcción a finales de año o comienzos de 2023. La duración de los trabajos y el presupuesto se estiman en unos 18 meses y 16,5 millones de euros.