Bomberos y arquitectas analizan los daños del edificio siniestrado para determinar su estado
Desde Emergencias aseguran que los pivotes “no perjudicaron las labores de rescate y de extinción del siniestro”
La tragedia vivida en Barakaldo el pasado domingo en la plaza Auzolan será difícil de olvidar. Los bomberos y dos arquitectas municipales han inspeccionado durante la mañana de este martes los restos del edificio número 2 de la calle Portu, donde un joven perdió la vida.
Las causas del incendio aún se desconocen, los análisis se están desarrollando por parte de la unidad de los bomberos y la Policía Científica. Tampoco se sabe aún cuál será la solución para el edificio, que ha sufrido graves daños en la estructura. Mientas se determina, un trabajo que puede alargarse en el tiempo, el Ayuntamiento está trabajando para el realojo de las familias del edificio siniestrado que carecen de alternativas. Además, también se va a ofrecer atención psicológica y asesoramiento jurídico para los trámites y pasos a seguir con seguros, contratos de alquileres, etc.
Otra de las cuestiones que se ha resuelto ha sido la del papel que jugaron o no los pivotes que los bomberos cortaron durante su actuación aquella madrugada: “No perjudicaron las labores de rescate y de extinción del siniestro”. Así se recoge en el acta de la reunión mantenida en el Ayuntamiento con los responsables de Emergencias de la Diputación Foral de Bizkaia y diferentes áreas municipales, a quienes la alcaldesa ha reunido para agradecer su labor el pasado domingo.
Durante el encuentro la mandataria ha preguntado sobre los bolardos y su afección en las labores de extinción del incendio. A la pregunta, el responsable de emergencias ha subrayado “no perjudicó las labores de rescate y de extinción del siniestro”, a pesar de que fue una actuación más compleja porque hubo muchos recursos movilizados y había que colocar todos los camiones.
Trabajo coordinado
La alcaldesa y el responsable de emergencias se han comprometido a seguir trabajando de manera coordinada con los servicios de emergencias, así como a seguir analizando junto al personal técnico municipal su presencia en diferentes espacios de la ciudad.
Este trabajo se inició en 2015, después de un incidente en las barracas donde dos bolardos obstaculizaban la entrada del camión de bomberos. Barakaldo contaba con 30.000 pivotes. Fue entonces cuando comenzó la cruzada contra los pivotes y solo durante el primer año se retiraron más de 700 de la vía pública. A tenor del incidente, el área de infraestructuras ha actualizado esta mañana la cifra de pivotes actuales en la ciudad, que alcanza los 15.000 pivotes o bolardos.